miércoles, 10 de febrero de 2010

El oasis

Está aterdeciendo. Es la imagen de un desierto con las típicas dunas moldeadas por el viento, formando un peculiar mosaico de luces y sombras.
Su inmensidad y silencio sobrecogen y al mismo tiempo la quietud del ambiente transmiten paz y serenidad. en el centro de la escena se resisten a sucumbir a la fuerza del desierto una serie de palmeras y arbustos dispersos a lo ancho de la misma. Este pequeño oasis, este pequeño brote de vida y esperanza fue la referencia de aquellas caravanas que cruzaban las terribles rutas de los desiertos.
Es una imagen preciosa y evocadora, en ella, la dureza de las tierras inhóspitas refleja la fragilidad tanto de los humanos como de las bestias.

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